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Histortia corta 21 – The talent show

Once upon a time, in a small town, there was a group of ESL students who were attending an English language course. They were excited to improve their language skills and make new friends.

Among the students, there was Maria, a cheerful and determined young woman. She had a positive attitude and was always willing to help her classmates. Maria had the ability to put up with any challenges that came her way during the learning process.

The students had a big event coming up, a talent show where they could showcase their skills. Everyone looked forward to this event as an opportunity to demonstrate their progress and have fun together.

While preparing for the talent show, Maria came across a unique talent she possessed - she could juggle! With great enthusiasm, she decided to incorporate this skill into her performance.

Throughout the rehearsals, the students were able to get along with each other very well. They supported and encouraged one another, creating a friendly and inclusive atmosphere.

To improve their acts, the students would often look up tutorials online and learn from professionals. This helped them to refine their performances and impress the audience.

As the day of the talent show approached, Maria felt nervous. She wondered if she should turn down the opportunity to perform, fearing she might make a mistake. However, she didn't want to give up on her dreams and decided to embrace the challenge.

During the talent show, Maria brought up her juggling routine. She flawlessly juggled colorful balls, captivating the audience with her skill and enthusiasm. The crowd cheered her on, and she felt a great sense of accomplishment.

Some students had trouble figuring out what talent to showcase, but with encouragement and support, they found their hidden talents. One student, Carlos, surprised everyone by singing beautifully. It turned out he had a hidden talent for music.

As the show progressed, some students began to run out of ideas for their acts. However, they quickly realized that their creativity could run on forever if they worked together and brainstormed new concepts.

The students had set up a wonderful stage with vibrant decorations and lights. The atmosphere was electric, and the audience eagerly waited for each performance.

Unfortunately, a sudden storm threatened to ruin the talent show. The rain poured heavily, forcing the organizers to call off the event for safety reasons. Disappointed but determined, the students decided to reschedule and bring in new ideas to make the show even better.

Despite the setback, the students didn't let their spirits break down. They continued practicing and preparing for the rescheduled show. They put off their disappointment and focused on making the event a success.

The day finally arrived, and the talent show was back on track. Each student performed with confidence and enthusiasm, impressing the audience with their unique skills and talents.

The students' incredible performances hung up in the memories of all who attended the talent show. They showed up with determination, proving that hard work and dedication pay off.

Among all the talented students, Maria's juggling act stood out. Her colorful performance and positive energy made her a star of the show. She received a thunderous applause and was recognized for her exceptional talent.

The talent show was not just a showcase of skills but also a celebration of friendship, resilience, and personal growth. The students had learned that when they support each other and stand out as individuals, they can achieve great things together.

And so, with hearts filled with pride and joy, the ESL students concluded their talent show, knowing they had truly embraced the English language and created lasting memories.

Spanish

Érase una vez, en una pequeña ciudad, un grupo de estudiantes de inglés como segunda lengua que asistían a un curso de inglés. Estaban entusiasmados por mejorar sus conocimientos lingüísticos y hacer nuevos amigos.


Entre los estudiantes estaba María, una joven alegre y decidida. Tenía una actitud positiva y siempre estaba dispuesta a ayudar a sus compañeros. María era capaz de afrontar cualquier reto que se le presentara durante el proceso de aprendizaje.


Los alumnos tenían un gran acontecimiento por delante: un concurso de talentos en el que podían mostrar sus habilidades. Todos esperaban este acontecimiento como una oportunidad para demostrar sus progresos y divertirse juntos.


Mientras se preparaba para el concurso, María descubrió un talento único: ¡podía hacer malabares! Con gran entusiasmo, decidió incorporar esta habilidad a su actuación.


Durante los ensayos, los alumnos se llevaron muy bien entre ellos. Se apoyaban y animaban mutuamente, creando un ambiente cordial e integrador.


Para mejorar sus actuaciones, los alumnos solían buscar tutoriales en Internet y aprender de profesionales. Esto les ayudó a perfeccionar sus actuaciones y a impresionar al público.


A medida que se acercaba el día del concurso, María se sentía nerviosa. Se preguntaba si debía rechazar la oportunidad de actuar, por miedo a equivocarse. Sin embargo, no quería renunciar a sus sueños y decidió aceptar el reto.


Durante el concurso, María presentó su número de malabares. Hizo malabarismos con pelotas de colores y cautivó al público con su habilidad y entusiasmo. El público la aclamó y ella se sintió muy realizada.


A algunos alumnos les costó decidir qué talento mostrar, pero con ánimos y apoyo encontraron sus talentos ocultos. Un alumno, Carlos, sorprendió a todos cantando maravillosamente. Resultó que tenía un talento oculto para la música.


A medida que avanzaba el espectáculo, algunos estudiantes empezaron a quedarse sin ideas para sus actuaciones. Sin embargo, pronto se dieron cuenta de que su creatividad podía durar eternamente si trabajaban juntos e intercambiaban ideas.


Los alumnos habían montado un escenario maravilloso con una decoración y unas luces vibrantes. El ambiente era electrizante y el público esperaba con impaciencia cada actuación.


Por desgracia, una repentina tormenta amenazó con arruinar el concurso. La lluvia arreció con fuerza y los organizadores se vieron obligados a suspender el acto por motivos de seguridad. Decepcionados pero decididos, los alumnos decidieron reprogramarlo y aportar nuevas ideas para que el espectáculo fuera aún mejor.

A pesar del contratiempo, los alumnos no dejaron que su ánimo se viniera abajo. Siguieron ensayando y preparándose para el espectáculo reprogramado. Aplazaron su decepción y se concentraron en que el evento fuera un éxito.


Por fin llegó el día y el concurso de talentos volvió a celebrarse. Cada alumno actuó con confianza y entusiasmo, impresionando al público con sus habilidades y talentos únicos.


Las increíbles actuaciones de los alumnos quedaron grabadas en la memoria de todos los que asistieron al concurso de talentos. Se presentaron con determinación, demostrando que el trabajo duro y la dedicación dan sus frutos.


Entre todos los alumnos con talento, destacó el número de malabares de María. Su colorida actuación y su energía positiva la convirtieron en la estrella del espectáculo. Recibió un estruendoso aplauso y fue reconocida por su excepcional talento.


El concurso de talentos no fue sólo una exhibición de habilidades, sino también una celebración de la amistad, la resiliencia y el crecimiento personal. Los alumnos habían aprendido que cuando se apoyan mutuamente y destacan como individuos, pueden lograr grandes cosas juntos.


Y así, con el corazón lleno de orgullo y alegría, los alumnos de ESL concluyeron su concurso de talentos, sabiendo que habían abrazado de verdad la lengua inglesa y creado recuerdos imborrables.